domingo, 5 de junio de 2011

Capitulo 8 .- Pasa el tiempo

Y el tiempo seguía corriendo, las pruebas minuto a minuto eran más difíciles y duras que las anteriores, pero el esfuerzo que ponía en cada una de ellas también era mayor, me sentía orgulloso de lo que estaba haciendo y siempre tenía las ganas y es más, siempre tenía la necesidad de seguir escalando para ser más en mi vida, incluso tenía la visión de que podía llegar a ser rey, era algo lejano, pero podía lograrlo, eso era lo que sentía, y sigo intentándolo hoy en día. El día en el que mi instructor personal llegó a mi habitación, (me pasaron un instructor personal porque había sobrepasado el nivel normal en todas las pruebas), y me dijo que mi entrenamiento había finalizado, yo no lo podía creer, todo en mi vida estaba relacionado con el entrenamiento, en estos 10 años no había parado de entrenar, no conocía el mundo exterior, ya ni siquiera sabía quien era, y a mis padres, mis queridos padres, ya ni los recordaba. Recuerdo que ese día el instructor me llevó al patio y me dijo "Joven, ya no estás en entrenamiento, tu número ahora es: "789234", perteneces al pelotón de primera línea: "357", tu capitán es el señor Urruk, desde este momento no perteneces aquí". Y en ese momento me dio un morral y me expulsó de la arena, afuera se encontraba mi nueva vida, mi pelotón.
Fui recibido por el general, el cual me llamó por mi número y me asignó mi posición, estaba justo al medio del grupo y en la primera fila, no se por qué, pero era una de estas cosas, o soy demasiado bueno para luchar o querían que muriese rápido. Tras asignarme la posición, nos reunimos con el grupo, que eramos más de 3000 y todos nuevos, el jefe nos dio instrucciones y nos dejó para "convivir". Yo me encontré con el chico del casino y me junté con él, tenia mi misma edad y también estaba en el pelotón, lo cual era muy raro ya que todos tenían más de 20 años y nosotros teníamos sólo 14 aproximadamente, eramos los más jóvenes y estábamos ahí por alguna razón, yo ansiaba conocer las habilidades de ese chico, quería combatir con él, pero por alguna razón, tenía miedo. No me acordaba bien de su nombre, así que se lo pregunté de nuevo, y él respondió: "Soy 789233", había sido aceptado en el ejército antes que yo, o sea era más bueno que yo, o solo estaba antes en la lista, lo que aseguró mi temor.